ESTÁNDAR: Conozco aspectos centrales acerca de aquello que los cristianos, basados en la Palabra de Dios, creen y practican con respecto al ordenamiento de la sociedad según el designio de Dios manifestado en la persona de Cristo; y los relaciono con las narraciones bíblicas, con los signos y acciones litúrgicas, con las acciones morales y las fórmulas que expresan esas convicciones.
jueves, 9 de noviembre de 2017
miércoles, 6 de septiembre de 2017
miércoles, 16 de agosto de 2017
La Tierra en números rojos
La Tierra en números rojos:
el ser humano, Satán de la Tierra
2017-08-15
El día 2 de agosto de 2017 sucedió un hecho preocupante para la humanidad y para cada ser humano individualmente. Fue el día anual de la “Sobrecarga de la Tierra” (Overshoot Day ). Es decir: fue el día en que gastamos todos los bienes y servicios naturales, básicos para sustentar la vida. Estábamos en verde y ahora entramos en números rojos, o sea, en un cheque sin fondos. Lo que gastemos de aquí en adelante será violentamente arrancado a la Tierra para atender las indispensables demandas humanas y, lo que es peor, para mantener el nivel de consumo perdulario de los países ricos.A este hecho se le suele llamar “Huella Ecológica de la Tierra”. Mediante ella, se mide la cantidad de tierra fértil y de mar necesarios para generar los medios de vida indispensables como agua, granos, carnes, peces, fibras, madera, energía renovable y otros más. Disponemos de 12 mil millones de hectáreas de tierra fértil (selvas, pastos, cultivos) pero necesitaríamos en realidad 20 mil millones.¿Cómo cubrir este déficit de 8 mil millones? Chupando más y más de la Tierra… ¿pero hasta cuándo? Estamos descapitalizando lentamente a la Madre Tierra. No sabemos cuándo llegará su colapso, pero, de continuar con el nivel de consumo y desperdicio de los países opulentos, vendrá, con consecuencias nefastas para todos.Cuando hablamos de hectáreas de tierra, no pensamos solamente en el suelo, sino en todo lo que él nos permite producir, como por ejemplo, maderas para muebles, ropas de algodón, tinturas, principios activos naturales para la medicina, minerales y otros.En promedio cada persona necesitaría para su supervivencia 1,7 hectárea de tierra. Casi la mitad de la humanidad (43%) está por debajo de este valor, como los países donde hace estragos el hambre: Eritrea con huella ecológica de 0,4 hectáreas, Bangladesh con 0,7, Brasil, por encima de la media mundial con 2,9. El 54% de la población mundial va mucho más allá de sus necesidades, como Estados Unidos con 8,2 hectáreas, Canadá 8,2, Luxemburgo 15,8, Italia 4,6 e India 1,2.Esta Sobrecarga Ecológica es un préstamo que estamos tomando de las generaciones futuras para nuestro uso y disfrute actuales. Pero cuando les llegue el turno a ellas, ¿en qué condiciones van a satisfacer sus necesidades de alimento, agua, fibras, granos, carnes y madera? Podrían heredar un planeta depauperado.Tememos que nuestros descendientes, mirando hacia atrás, acaben maldiciéndonos: “ustedes no pensaron en sus hijos, nietos y biznietos; no supieron ahorrar y desarrollar un consumo sobrio y frugal para que quedase algo bueno de la Tierra para nosotros, y no sólo para nosotros, también para todos los seres vivos, que necesitan aquello que nosotros apreciamos”. Esto nos trae a la memoria las palabras del indígena Seattle: «Si todos los animales se acabasen, el ser humano moriría de soledad de espíritu, porque todo lo que sucede a los animales, le sucederá también al ser humano, pues todo está interrelacionado».Lo que predomina en el mundo es una perversa injusticia social, cruel y despiadada: el 15% de los que viven en las regiones opulentas del Norte del planeta dispone del 75% de los bienes y servicios naturales y del 40% de la tierra fértil. Algunos millones de personas, cual perros famélicos, deben esperar las migajas que caen de las bien servidas mesas de aquéllos.En verdad la Sobrecarga de la Tierra es el resultado del tipo de economía dilapidadora de las “bondades de la naturaleza”, como dicen los andinos, deforestando, contaminando aguas y suelos, empobreciendo ecosistemas y erosionando la biodiversidad. Estos efectos son considerados “externalidades”, que no afectan al lucro y no entran en la contabilidad empresarial. Pero afectan la vida presente y futura.El eco-economista Ladislau Dowbor de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, en su libro Democracia económica (Vozes 2008) resume el problema con palabras claras: «Parece bastante absurdo, pero lo esencial de la teoría económica con la cual trabajamos no considera la descapitalización del planeta. En la práctica, en economía doméstica, sería como si sobreviviésemos vendiendo los muebles, la plata de la casa... y creyésemos que con ese ingreso podríamos seguir viviendo con normalidad, y que estaríamos administrando bien nuestra casa. Estamos destruyendo el suelo, el agua, la vida en los mares, la cobertura vegetal, las reservas de petróleo, la capa de ozono, el propio clima, pero lo que contabilizamos es sólo la tasa de crecimiento» (p. 123).Ésta es la lógica vigente de la actual economía de mercado neoliberal, irracional y suicida. De modo radical yo diría: el ser humano se está revelando como el Satán de la Tierra y no su ángel de la guarda.
El encuentro feliz de la Pachamama con Gaia
El encuentro feliz de la Pachamama con Gaia
2017-07-20
Quiero presentar un libro que en breve saldrá traducido en Brasil: La Pachamama y el ser humano (Ediciones Colihue 2012) de Eugenio Raúl Zaffaroni, bien conocido en Brasil en el ámbito jurídico. Es un reconocido magistrado argentino, ministro de la Corte Suprema desde 2003 a 2014 y profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires.El presente libro se inscribe entre las mejores contribuciones de orden ecológico y filosófico que se han escrito últimamente. Se sitúa en la línea de la encíclica del Papa Francisco, también argentino, Laudato Si, sobre el cuidado de la Casa Común (2015). Zaffaroni aborda la cuestión de la ecología integral, especialmente la violencia social y particularmente la violencia contra los animales, con una información admirable de orden científico y filosófico.Lo más importante del libro es la crítica del paradigma dominante, surgido con los padres fundadores de la modernidad de los siglos XVI y XVII que ex abrupto introdujeron una profunda cisura entre el ser humano y la naturaleza. El contrato natural, presente en las culturas de Occidente y Oriente desde tiempos inmemoriales, sufrió un corte fatal y letal.La Tierra dejó de ser la Magna Mater de los antiguos, la Pachamama de los andinos y la Gaia de los contemporáneos, algo vivo y generador de vida, para ser transformada en una cosa inerte (res extensa de Descartes), en un mostrador de recursos colocados a disposición de la voracidad ilimitada de los seres humanos. Es clásica la formulación de René Descartes: el ser humano es el maître et possesseur de la naturaleza, es decir, es el amo y señor de la naturaleza. Puede hacer de ella lo que bien le parezca. Y lo ha hecho.La cultura moderna se construyó sobre la comprensión del ser humano como dominus, como señor y dueño de todas las cosas. Estas no poseen valor intrínseco, en contra de lo que van a afirmar más tarde la Carta de la Tierra y con gran fuerza la encíclica papal. Su valor reside sólo en poder estar al servicio del ser humano.Es el proyecto del poder, entendido como capacidad de dominación sobre todo y sobre todos, partiendo de quien tiene más poder. En este caso, los europeos, que realizaron la aventura del sometimiento de la naturaleza, la conquista del mundo, la colonización de naciones enteras, el genocidio, el ecocidio y la destrucción de culturas ancestrales. Y lo hicieron usando la fuerza brutal de las armas, de la espada y también de la cruz. Hoy en día con armas capaces de extinguir la especie humana.Zaffaroni rastrea el surgimiento de este proyecto civilizatorio y lo hace con gran riqueza bibliográfica. Se enfrenta con valor y con gran libertad crítica a los presumidos corifeos del pensamiento moderno como Hegel, Spencer, Darwin y Heidegger. Me restrinjo a las críticas que hace al Hegel del Geist (espíritu). Con su filosofía-ideología se volvió el mayor exponente del etnocentrismo. Herbert Spencer con su biologismo estableció la raza blanca como superior y todas las demás consideradas como inferiores, lo que acabó por legitimar el colonialismo y todo tipo de prejuicios.Zaffaroni aborda la cuestión del animal visto como sujeto de derechos. Escribe: “a nuestro juicio, el bien jurídico en el delito de malos tratos a animales no es otro que el derecho del propio animal a no ser objeto de crueldad humana, para lo cual es menester reconocerle el carácter de sujeto de derechos”. El autor es duro al constatar “que nos hemos convertido en los campeones biológicos de la destrucción intra-especie y en los depredadores máximos extra-especie”. Su propuesta es clara: “Solamente sustituyendo el saber del dominus por el de frater podemos recuperar la dignidad humana” y sentirnos hermanados con los demás seres.América Latina fue la primera en inaugurar un constitucionalismo ecológico, incluyendo en las constituciones de Ecuador y Bolivia los derechos de la naturaleza y de la Madre Tierra. Anteriormente, y también por primera vez, fue México quien introdujo en su constitución de 1917 los derechos sociales. Zaffaroni hace la apología de las virtualidades creadoras de armonía del ser humano con la naturaleza que la visión andina del “buen vivir y convivir” (sumak kawsay) comporta; también de Gaia, la Tierra como un superorganismo vivo que se autorregula para siempre producir y reproducir vida. La Pachamama y Gaia son dos caminos que se encuentran “en una feliz coincidencia del centro y de la periferia del poder planetario”. Ambos son portadores de esperanza de una Tierra Casa Común, en la cual todos los seres están incluidos. Ellos nos liberarán de las amenazas apocalípticas del fin de nuestra civilización y de la vida.Zaffaroni nos trae una brillante y convincente perspectiva, crítica severa por un lado, pero llena esperanza por otro. Merece la pena leerlo, estudiarlo e incorporar en nuestra comprensión su visión de una ecología holística y profundamente integradora de todos los elementos de la naturaleza y del universo.
jueves, 27 de julio de 2017
miércoles, 19 de julio de 2017
miércoles, 29 de marzo de 2017
miércoles, 22 de marzo de 2017
viernes, 17 de marzo de 2017
NIVELACIÓN PRIMER PERIODO
COLEGIO BOYACÁ –
DUITAMA
PRIMER PERIODO
GRADO UNDÉCIMO
NOMBRE:_____________________________ CÓDIGO:__________ CURSO:_________
PREGUNTAS:
¿Qué características tiene la
sociedad actual, a nivel local, regional, nacional y mundial?
¿Cómo vivir e interactuar en una
sociedad plural conservando la propia identidad?
¿De qué manera los intereses
individuales y privados se ponen en función de los públicos?
¿Qué espacios de participación en
la construcción de lo público se ofrece en la sociedad colombiana?
¿Cuál es la función social de las
religiones e iglesias?
¿Qué
espera la sociedad colombiana de sus bachilleres?
DESARROLLO
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